Borja Cabezón
Opinión

Generar para redistribuir

El próximo domingo 25 de mayo tenemos elecciones europeas. La importancia de esta cita se pone de relieve en las últimas semanas. Pocas veces se habla de que más del 70% de las decisiones que nos afectan en nuestro día a día se deciden en las instituciones europeas, y esta es una razón más que suficiente para participar en dichas elecciones que marcarán una nueva dirección ya no sólo en el Parlamento Europeo, sino también en la presidencia de la Comisión Europea. El 25 de mayo será, pues, determinante para nuestro futuro.

La Unión Europea es la herramienta de cambio y depende de cómo gobernemos esa herramienta tendremos una realidad u otra. Votar es un derecho que hemos conquistado a lo largo de las últimas décadas y cambiar el rumbo de la Unión Europea es el objetivo que tenemos los socialistas.

Los conservadores llevan diez años seguidos gobernando el Parlamento, presidiendo la Comisión y siendo mayoría en el Consejo de la Unión Europea. Los resultados han sido devastadores. Las políticas de derechas en la Unión Europea lo único que han hecho es generar 27 millones de parados ─seis millones de ellos jóvenes─, 120 millones de personas en la pobreza o en el umbral de la pobreza, una austeridad (ideológica) asfixiante, un fraude fiscal cada vez más alarmante ─más de un billón de euros al año se deja de recaudar porque los que más tienen no pagan impuestos─, una desigualdad más grande entre los que más tienen y los que menos tienen, un adelgazamiento de las clases medias que están pagando los platos rotos de una política económica basada en la economía financiera, no en la productiva. El resultado ha sido que en Europa tenemos unos gobiernos políticos enfocados a la desregulación financiera y sufrimos el vacío, cada vez más evidente, de los servicios públicos y de calidad.

Existe una oportunidad histórica de cambiar. Podemos conquistar una mayoría para construir, de nuevo, una Europa social. Tenemos ideas y tenemos compromisos claros y concretos. Queremos que, de nuevo, toda política económica esté al servicio de las grandes mayorías sociales. Una Europa social cimentada en una educación pública de calidad ─en España fuimos los socialistas quienes la pusimos en marcha─, una sanidad pública y de calidad ─también fuimos los socialistas quienes la pusimos en marcha─ y en la puesta en práctica de políticas activas de empleo en aquellos lugares donde más se necesiten, poniendo de relieve una característica fundamental del proyecto comunitario, hoy lamentablemente abandonada: la solidaridad.

Por eso, dentro del amplio marco del ideario y del proyecto socialista europeo, nuestros compromisos claros y concretos son:

  1. Impuesto a las transacciones financieras: La economía financiera (que no crea apenas puestos de trabajo ni paga impuestos) crece 20 veces más que la economía productiva (que crea empleo y paga impuestos) Aplicando esta medida se podrían recaudar 200.000 millones de euros cada año.
  2. Lucha contra el fraude fiscal y los paraísos fiscales: Por no tener una política de control estricto y por permitir paraísos fiscales en el seno de la Unión dejamos de recaudar más de un billón de euros al año.
  3. Establecer un salario mínimo interprofesional europeo: Calculado en base al coste de la vida en cada país, en un marco de igualdad salarial donde las mujeres tengan igual salario que los hombres ocupando el mismo puesto de trabajo.
  4. Triplicar el Fondo de Garantía Juvenil: Hacer que de verdad sea un fondo operativo y eficaz donde la dotación pase de los actuales 6000 millones de euros a 21000 millones euros y permita a los jóvenes experiencias laborales y formación.
  5. Planes en políticas de empleo para mayores de 45 años: Potenciando el Fondo Social Europeo y la creación de un verdadero mercado europeo de trabajo donde un ciudadano europeo pueda instalarse en cualquier país sin perder derechos laborales, permitiendo movilidad en cotizaciones y derechos de pensiones.
  6. Protección de los derechos laborales, civiles y de expresión: Que la Unión Europea sea la garante de que ningún Gobierno nacional atente contra derechos adquiridos y conquistados décadas atrás.
  7. Apostar por el desarrollo e innovación en la investigación y la implementación de energías limpias: Para combatir la difícil y peligrosa realidad del cambio climático. Reforzando nuestros compromisos de reducción de emisiones tendremos la obligación urgente de desarrollar energías limpias.
  8. Crear mecanismos reales de participación, transparencia y democracia en la toma de decisiones en el seno de la Unión Europea: Apostamos de manera decidida por una Unión política, una Unión fiscal, una Unión económica y una Unión bancaria, pero para ello debemos contar con un proceso eficaz y democrático de toma de decisiones que permita resolver las demandas de los europeos de manera colectiva y solidaria.

Estos compromisos, que queremos ganar con una clara mayoría democrática, nos permitirán generar riqueza para poder redistribuirla y así impulsar políticas que permitan crear empleos, garantizar el Estado de Derecho y Bienestar y optar a un proyecto europeo relevante en un entorno globalizado que cada día es más competitivo y desigual.

Borja Cabezón. 20/04/2014